lunes, 16 de noviembre de 2009

Ciencia y método. Roberto Carballo.

La ciencia ha permito al hombre conocer la realidad y desarrollar una visión del mundo en la fe de todo lo posible. Pero las leyes científicas son provisionales, están limitadas en el espacio y el tiempo, tienen un carácter histórico. La ciencia está limitada a una minoría, a la comunidad científica, por tanto es un instrumento de dominación social.

El objetivo de la ciencia es poder dar una explicación de la realidad para avanzar en el progreso de la Humanidad, para poder llevar a cabo el fin último de la realización del ser humano, la plena libertad. Pero la ciencia es progreso, y el progreso en muchas ocasiones, es sinónimo de sacrificio humano. ¿Cuántas muertes han sido necesarias para que haya un progreso efectivo?
La ideología, un sistema de ideas y de creencias, una concepción del mundo es imprescindible para la elaboración de leyes científicas. No es una dicotomía radical, ya que la ciencia bebe y se inspira en los procesos de abstracción de comprensión de la realidad subjetivos.
Hay cuatro etapas en el proceso de investigación científica: descripción, clasificación, explicación y verificación que se llevan a cabo a través del método deductivo, inductivo o inductivo probabilístico y reductivo.

¿Qué es una concepción del mundo? Manuel Sacristán. El mecanismo de la investigación científica. Gino Longo.

¿Qué es una concepción del mundo?
Una concepción del mundo no es ciencia, sino un modelo orientativo de conducta de un individuo, que lo ha creado a través de sus creencias y un sistema de valores que formen parte de su cultura. Pero es una concepción del mundo individual, de un sujeto en concreto, no de toda su sociedad, aunque tengan evidentemente rasgos compartidos. En las culturas grecorromanas y judeocristianas las concepciones del mundo son de carácter religioso-moral o bien filosóficas. Hasta el siglo XIX concepciones del mundo filosóficas que lo abarcan todo como las teorías platónicas o hegelianas quedan obsoletas debido a los descubrimientos de la ciencia. Pero el interés por conocer el Universo, el mundo que nos rodea, tanto ramas de las ciencias humanas como de las ciencias naturales, incita y motiva a investigar y crear conocimiento científico y a poder obtener una concepción del mundo objetiva.

El materialismo según Engels, no es más que una concepción comunista del mundo. El materialismo tienen una metodología analítico-reductiva, dejando de lado los conceptos cualitativos y centrándose en los cuantitativos. Ello hace posible un acercamiento bastante accesible a la realidad a través de preguntas exactas y conceptos precisos, poder estableces leyes universales. Para el pensamiento dialéctico la concepción del mundo tiene que dar unas totalidades concretas y unas concreciones reales.

Manual de economía política. Longo.
La primera etapa de la investigación científica es la observación de lo hechos, que ya de por sí es un análisis de los mismos, pero hay que sacarle un sentido a dicha observación, ya que los hechos por sí solos no explican nada. Hay que seleccionar los hechos más relevantes y obtener resultados para enlazarlos en un esquema coherente. Después hay que formular unan hipótesis que de una explicación de los hechos observados, pero para ellos hay que tener una fantasía creadora, es decir, poseer una capacidad lógica de abstracción subjetiva de la realidad que percibimos, para poder conocerla y modificarla. La fantasía hace al hombre un sujeto activo y creativo. La fantasía se complementa con la intuición, que analiza los constructos teóricos fruto de la fantasía. Para comprobar las hipótesis es necesario volver a observar los hechos para profundizar en el análisis de los mismos mediante experimentos. La última etapa consiste en modificar las hipótesis según los datos que hayamos obtenido en las anteriores etapas del proceso de investigación científica. Es un proceso analítico que contiene varias etapas. Primero hay que formular conceptos derivados de la observación, para después contrastar los hechos obtenidos con otros.

Pero el proceso de investigación científica no está aislado de la existencia concreta del científico, ya que siempre se verá influido por anteriores investigaciones, que le servirán para alcanzar una verdad más objetiva. Pero para beber de otras fuentes es necesario que nosotros mismo ya hayamos elaborado un plan de investigación. Debería ser imprescindible desarrollar una terminología y unos conceptos propios. Pero toda ciencia tiene un determinado objeto de investigación, un método concreto y una particular forma de ver la realidad. El objeto de investigación permanece inamovible, pero el método científico esta en constante cambio. Ello hace que haya una mayor indagación empírica en cada investigación científica. Diferenciamos entre hechos observados y hechos e hipotéticos y hechos comprobados empíricamente.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ciencia, economía política y sociedad: Características del método científico. Gino Longo. Crítica de Roberto Carballo.

La finalidad de la ciencia es descubrir leyes universales para un mejor comprensión de la realidad, del funcionamiento del universo y al ser posible, hasta poder transformarlo. Para ello primero hay que observar y describir la realidad, para posteriormente poder dar una explicación. Según Hegel, tenemos que ir más allá y no quedarnos anclados en explicaciones sino llegar a comprenderlas. La dialéctica hegeliana tiene una lógica, primero hay que encontrar las causas del fenómeno y sus relaciones, después pasarlas a un procedimiento hipotético y por último comprender dichas relaciones. Pero la ciencia es sólo una parte de la actividad humana. El hombre debe observar, explicar e interpretar el mundo para poder modificarlo en función de sus necesidades.

El pensamiento y la acción, el conocimiento y la praxis están dados de la mano a través de la cognición. El único objetivo de la ciencia por tanto será la realidad del hecho y no su utilidad. La praxis para que sea efectiva ha de ser una acción colectiva. La acción colectiva y el pensamiento individual son fenómenos sociales y se diferencian por su forma de manifestarse y no por su finalidad. Cuando el pensamiento individual tiene una finalidad científica también es un fenómeno social, ya que el individuo en sí mismo es un animal social. Por tanto diferenciamos entre hombres de pensamiento y hombres de acción. Los hombres de acción buscan acción y los de pensamiento conocimiento.

Como bien anota Carballo en su crítica, es totalmente posible un hombre tanto de acción como de conocimiento. Sin ir más lejos, me atrevo a nombrar a Engels, que ha sido uno de los pensadores contemporáneos más relevantes, un gran intelectual, que quiso llevar sus ideas a la práctica con valentía y con pistola agarrada al cinto en la Comuna de París. El científico crea conocimiento para poder aplicarlo en la práctica, sea él quien lo ejecute o sean otras manos. Marx hizo ciencia para hacer política, hizo un análisis de la historia centrándose en el desarrollo económico, para presentar una alternativa de organización social, para poder llevarlo a la práctica. ¿Qué queda sino de aquella praxis revolucionaria?

Marcas y sociedad capitalista.

A lo largo de la Historia, ha habido una evolución de los modos de producción, del consumo y de los tipos de valor. Marx en El Fetichismo de la mercancía y su secreto hace un análisis de este proceso.

En el Antiguo Régimen las formas de producción estaban regidas por el modo de producción agropecuario y comercial. Las clases sociales de la sociedad estamental derivaban del linaje y estaban porque tienen una misma función social y un mismo estilo de vida. Por tanto, en el espacio de interacción comunitario y estamental se daba un “valor de uso” en el intercambio general y “valores suntuorarios” para el particular intercambio de la jerarquía estamental, es decir, para la monarquía, la nobleza y el clero.

Con la industrialización y la democracia burguesa se inicia un capitalismo de producción, donde presenta un mayor privilegio el “valor de cambio” (precios) sobre el “valor de uso” (funciones). La construcción de la identidad personal se va centrando en la ocupación y los valores de logro van ganado terreno a los de adscripción. Ahora la forma de identificación social es la clase social y la esfera de lo público y del privado se escinden con la tensión en los procesos de socialización.

La industrialización ha ido desarrollándose dejando las puertas abiertas a una nueva etapa del capitalismo, el capitalismo de consumo, donde “el valor simbólico” prevalece sobre el “valor de uso y de cambio”. Las identidades resultan más versátiles y tienen el sello de la afinidad más que el de la pertenencia al grupo o a clase. Frente a esta disolución de la identidad social, ante la pujanza de los valores simbólicos, Marx acuña el concepto “fetichista” de la mercancía. Seduce a la par que recubre y obtura el producto y las relaciones sociales concurrentes en su producción, dotándolo de una realidad fantasmagórica, fetichista, que individualiza y desclasa. Es en esta etapa del capitalismo, donde se encuentran los orígenes de las marcas y de la publicidad.

Ya a principios del siglo XX se empieza a desarrollar con fuerza la industrialización en masa. La industria comienza a producir para un mayor número de consumidores. La industrialización trae consigo el desarrollo económico y con ello el aumento de las clases medias. Los avances tecnológicos se fabrican en masa para poder cubrir la demanda de las incipientes clases medias. Las clases más acomodadas demandan una necesidad de exclusividad de los productos para diferenciar los productos en masa, y la publicidad se encargará de transmitir este fetichismo de la mercancía.

Hoy en día en las sociedades occidentales, las marcas están extendidas en todos los segmentos de la población y en todas las clases sociales, debido a la globalización y al neoliberalismo, que es el sistema económico hegemónico del mundo actual. Las marcas son hoy en día una forma de identidad. Pero hasta tal punto ha llegado el mundo de las marcas, que en los países desarrollados es difícil concebir según qué productos sin marca propia, incluso llegar a tener la dificultad de querer comprar algún artículo sin marca. A través de las marcas reafirmamos nuestra identidad social, y en las sociedades capitalistas desarrolladas, donde todo está en constante cambio, donde todo avanza demasiado rápido, los individuos se están exponiendo continuamente a una situación de anomia, que deja el terreno abonado para las marcas, para que aquellas personas rearticulen su identidad a través del consumo de logos. Ello trae consigo una heterogeneización estereotipada y falsa, ya que la mayoría de los consumidores están cortados por el mismo patrón, esclavos de un oligopolio cuyo único fin es la homogenización y el adiestramiento del rebaño.
Hoy en día, estamos a merced de las soluciones inventadas.